En los capítulos sucesivos a la Prehistoria Eliade repasa el pensamiento religioso de las diferentes culturas que se fueron desarrollando ya con documentos escritos. La primera de ellas, en la región de Mesopotamia, las civilizaciones Sumeria y Acadia.
Provenientes de regiones septentrionales los sumerios se impusieron sobre el sustrato autóctono identificado con la civilización de Obeid y, en tanto que civilización agrícola y urbana, pronto sufrieron los asedios y asimilaciones de pueblos nómadas de lengua semítica provenientes del desierto sirio: los Acadios. Aun cuando Summer-Akkad devengará en la cultura babilónica las tradiciones religiosas son diferentes.
En estas culturas ya se pueden documentar instituciones religiosas, técnicas y concepciones que, aun cuando fueron registrados en documentos datados en el tercer milenio A.C., sin duda reflejan creencias religiosas más arcaicas (S.N.Kramer: The Sumerians: Their History, Culture, and Character; Chicago, 1963) tales como la identificación de la divinidad por la tiara en forma de cornamenta recuperando el simbolismo religioso del toro que proviene del Neolítico en Oriente Próximo, lo que permite a Eliade deducir que:
[...] the divine modality was defined by the power and the "trascendence" of space, i.e., the stormy sky in which thunder sounds (for thunder was assimilated to the bellowing of bulls). The "trascendent", celestial structure of divine beings is confirmed by the determinative sign that precedes their ideograms and that originally represented a star [...] Hence every divinity was imagined as a celestial being; this is why the gods and goddesses radiated a very bright light.Así, los modelos de ciudad y templo eran "trascendentales" en tanto preexistían en el cielo, lo que viene a decir que las ciudades babilónicas tenían sus arquetipos en las constelaciones.
Las frecuentes cosmogonías que describen la separación de cielo y tierra en Oriente Medio y el Mediterráneo provendrían de la cosmogonía sumeria, en la que la diosa representada como el mar primordial traerá al mundo, mediante partenogénesis, al Cielo y la Tierra, encarnaciones de los principios masculino y femenino.
Encontramos asimismo la descripción del verdadero Paraíso: un país en el que "cada cosa fue creada perfecta" y en donde no existía la enfermedad ni la muerte. El tema del Paraíso se completa con una teogonía que termina en drama que revela el crimen y el castigo de un dios creador seguida de una progresiva debilidad que presagia la muerte del dios; el dios comete una falta fatal en tanto que no se comporta de acuerdo con el principio que encarna, lo que compromete la estructura de su propia creación.
En lo que toca al origen de los hombres, para los sumerios el hombre primitivo compartía en cierta medida la substancia divina (aliento insuflado a una figurilla de arcilla o la sangre de dos dioses inmolados para la ocasión). El hombre fue creado para servir a los dioses -aun cuando no era un esclavo-, de modo que el culto era concebido como servicio a los dioses. Los hombres no son sólo sirvientes de los dioses sino también sus imitadores y, por tanto, colaboradores. Los dioses son responsables del órden cósmico y el hombre debe obedecer sus órdenes que aseguran el correcto funcionamiento tanto del mundo como de la sociedad humana. Los "decretos" de los dioses, determinan el destino de cada ser, de cada forma de vida, de cada empresas humana o divina.
[...] to "determine their destiny", that is, to settle their mode of being and their function.De aquí se llega al concepto del tiempo cíclico:
The cosmic order is continually troubled [...] But the world is periodically regenerated, i.e., re-created, by the festival of the New Year.... festival en el que se recrea un hieros gamos entre las dos divinidades patronales de la ciudad (representadas por sus estatuas) o por el soberano; el hieros gamos actualiza la comunión -momentánea- entre hombres y dioses: la energía divina se difunde por la ciudad -la Tierra- y la santifica asegurando su prosperidad y felicidad en el inicio del Año Nuevo.
Al igual que las ciudades y los templos, la institución del rey provenía del cielo junto a sus emblemas, el trono y la tiara, tras la inundación primigenia:
The belief in the preexistence of words and institutions will have considerable importance for archaic ontology and will find its most famous expression in the Platonic doctrine of Ideas. [...] the theory of celestial models continues and develops the universally disseminated archaic conception that man's acts are only the repetition (imitation) of acts revealed by divine beings.La tradición sumeria explica que los grandes dioses decidieron destruir a la humanidad mediante una inundación. Un hombre fue, sin embargo, salvado en virtud de sus méritos (humildad, obediencia y piedad), y fue encargado de construir un arca; tras siete días y siete noches de diluvio se le confieren la capacidad de dar vida ("aliento eterno") y se le envía al país del Paraíso primigenio para que lo repueble. Más o menos divinizado pero, en cualquier caso dotado de inmortalidad, el Noé sumerio no puede vivir en la nueva tierra que emerge de las aguas sino que es transportado a la tierra del Paraíso primigenio, situada en "la boca de los ríos".
El mito del diluvio universal y el Paraíso terrenal está presente en todos los continentes (mucho menos en África) y en niveles culturales diferentes. En sus variantes los principales compiladores del mito (R. Andree, H. Usener y J.G. Frazer) encuentran una fuente arcaica común. Según Eliade:
The majority of the flood myths seem in some sense to form part of the cosmic rhythm: the old world, peopled by a fallen humanity, is submerged under the waters, and some tieme later a new world emerges from the aquatic "chaos".De la tríada de dioses planetarios - el Páramo, el Sol y Venus- la más "actual" es la última: Ianna para los sumerios, Ishtar para los acadios. Ianna-Ishtar era a la vez la diosa del amor y de la guerra, es decir, gobernaba la vida y la muerte; para indicar la amplitud de sus poderes era denominada hermafrodita (Ishtar barbata). En su mitología, la diosa desciende al submundo de los muertos y al regresar asesina a su esposo el rey (Dumuzi para los sumerios, Tammuz para los acadios), de origen semi humano, semi divino. La explicación del mito, según Eliade, sería que...
[...] the chief causes lie at once in the sins of men and the decrepitude of the world. By the mere fact that it exists -that is, that it lives and produces- the cosmos gradually deteriorates and ends y falling into decay. This is the reason why it has to be recreated. In other words, the flood realizes, on the macrocosmic scale, what is symbolically effected during the New Year festival: the "end of the world" and the end of a sinful humanity in order to make new creation possible.
[...] in order to be re-created anew, the world had to be annihilated; the precosmogonic chaos also implied the ritual death of the king, his descent to the underworld. In short, the two cosmic modalities -life/death, chaos/cosmos, sterility/fertility- constitued the two moments of a single process. This "mystery", perceived after the discovery of agriculture, becomes the principle of a unified explanation of the world, of life, and of human existence.En la versión acadia Ishtar desciende al submundo no porque quiera reinar también sobre él sino para rescatar a su esposo Tammuz; la ausencia de la diosa tiene consecuencias de dimensiones cósmicas amenazando la vida humana y animal. En definitiva, tras los mitos relatados en los textos se encontraría el "misterio" que asegura el ciclo de fertilidad universal.
[...] The myth relates the defeat of the goddess of love and fertility in her attempt to conquer the kingdom of Ereshkigal [su "hermana mayor", reina del submundo sobre el que Ianna quiere reinar también], that is, to abolish death. In consequence, men, as well as certain gods, have to accept the alternation life/death. Dumuzi-Tammuz disappears, to reappear six months later. This alternation -periodical presence and absence of the god- was able to institute "mysteries" concerning the salvation of men, their destiny after death. The role of Dumuzi-Tammuz, ritually incarnated by the Sumero-Akkadian kings, was considerable, for it effected a connection between the divine and human modalities. Eventually, every human being could hope to enjoy this privilege, previously reserved for kings.
La organización política de los sumerios en ciudades-templo se unificó bajo el reinado de Lugalzaggisi, soberano de Umma (ca. 2375 A.C.), proceso que repetiría después el soberano acadio Sargon, aun cuando la civilización sumeria conservara todas sus estructuras. El único cambio fue la consideración de los reyes acadios como provenientes del primer conquistador acadio: Sargon.
Los ataques de pueblos nómadas provenientes del Alto Tigris, los Guteos, reeditó la historia de Sumer: desorganización bajo los ataques de los bárbaros nómadas y reorganización bajo los reyes de Ur (ca. 2050-1950 A.C.). Durante el periodo de Ur la civilización sumeria alcanzó su punto álgido hasta que se desintegró bajo el contínuo asedio de Elamitas por el Este y Amoritas por el oeste (provenientes del desierto Sirio-Árabe). Esto abrió un periodo de reinos de taifas hasta que Hammurabi, soberano amorita de Babilonia, consiguiera una reunificación bajo un único poder (ca. 1700 A.C.). Con capital en el norte, la dinastía de Hammurabi resistió durante un siglo hasta que cayó víctima de los asedios de los Kasitas, bárbaros del norte que acabaron dominando Mesopotamia por cuatro siglos (ca. 1525 A.C.).
Durante todos esos siglos existió una continuidad en el pensamiento religioso, siendo el sumerio el lenguaje litúrgico como lo fuera el hebreo o el latín en otras épocas y regiones. Quizás la matización más significativa al pensamiento sumerio fue el aportado por los Semitas, cuya contribución consistió en la importancia del elemento pesonal en la experiencia religiosa.
En el poema acadio (semita) Enuma elish, que explica el origen del mundo y los hombres para exaltación de Marduk, presenta una cosmogonía sombría y una antropología pesimista en tanto que para exaltar al jóven campeón del poema, Marduk, los dioses de la época primordial -en especial Tiamat- son provistos de valores demoníacos. Tiamat no es simplemente la totalidad caótica que precede a toda cosmogonía sino que la "primordialidad" es presentada como fuente de "creaciones negativas" (Tiamat produce demonios y monstruos que pueblan un "mundo" que ya existía). Finalmente, tras la batalla en la que Marduk mata a la diosa Tiamat, aquél crea el mundo utilizando el cuerpo de Tiamat, la diosa original. De aquí que el cosmos tuviese una naturaleza doble: forma divina y esencia demoníaca; además, el hombre es creado a partir de materia demoníaca (la sangre de otro dios demoníaco: Kingu):
We can speak of a tragic pessimism, for man seems to be already condemned by his own origin. [...] there is a symmetry between the creation of man and the origin of the world. In both cases, the raw material is constituted by the substance of a fallen primordial divinity, demonized and put to death by the victorious young gods.Para los sumerios la ascendencia divina de los reyes era incuestionable, como se ve en los ritos del Año Nuevo, aun cuando es preciso matizar que:
It could be said that the king shared in the divine modality, but without becoming a god. He represented the god, and this, on the archaic levels of culture, also implied that he was in a way he whom he peronified. In any case, as mediator between the world of men and the world of the gods, the Mesopotamian king effected, in his own person, a ritual union between the two modalities of existence, the divine and the human. It was by virtue of this twofold nature that the king was considererd, at least metaphorically, to be the creator of life and fertility. But he was not a god, a new member of the pantheon (as the Egyptian pharaoh was). Prayers were not addressed to him; on the contrary, the gods were implored to protect him. For the sovereigns, despite their intimacy with the divine world, despite the hieros gamos with certain goddesses, did not reach the point of transmutting the human condition. [...] they remained mortals.como demuestra la Épica de Gilgamesh, la creación babilonia más popular en la que el héroe pasará por toda una serie de pruebas de iniciación a las que le someten los dioses. Donde Gilgamesh falla es en la prueba de iniciación más difícil: conquistar el sueño ("Up, try not to sleep for six days and seven nights!"), permanecer "despierto" equivale a una transmutación de la condición humana. Esta es la única prueba "espiritual" (todas las demás fueron típicas pruebas heroicas) y ilustraría, según Eliade, la creencia de que:
[...] certain beings are capable, even withouth help from the gods, of obtaining immortality, on the condition that they successfully pass through a series of initiatory ordeals.En su análisis final Eliade nos remarca que:
Akkadian religious thought puts the accent on man. In the last analysis, the story of Gilgamesh becomes paradicmatic: it proclaims the precariousness of the human condition, the impossibility -even for a hero- of gaining immortality. Man was created mortal, and he was created solely to serve the gods.En diferentes textos se encuentra la desesperación del hombre piadoso que, tras seguir rigurosamente todos los mandatos de la religión fracasa en comprender a los dioses y el sentido último de la vida (The evildoes is justified, the righteous man is driven away.)
This despair arises, not from a meditation on the vanity of human existence, but from the experience of general injustice: the wicked triumph, prayers are not answered; the gods seem indifferent to human affairs.La conclusión a la que llega Eliade es clara:
[...] by putting the accent on man, Akkadian religious thought brings out the limits of human possibilities. The distance between men and the gods proves to be impossible to cross. Yet man is not isolated in his own solitude. First of all, he shares in a spiritual element that can be regarded as divine [...]. Secondly, through rites and prayers he hopes to obtain the blessing of the gods. Above all, he knows that he forms part of a universe that is unified by homologies: he lives in a city that constitutes an imago mundi and whose temples and ziggurats reprsent "centers of the world" and, in consequence, insure communication with heaven and the gods.En otras palabras: el hombre no vive en un mundo cerrado y aislado de los ciclos cósmicos; de hecho, un complejo sistema de correspondencias entre cielo y tierra permiten a las realidades terrestres ser entendidas e "influenciadas" por sus respectivos prototipos celestiales. Como ejemplo: cada planeta tiene su correspondencia con un metal y un color; de ahí que todo lo coloreado estaría bajo la influencia del planeta correspondiente; cada planeta pertenece a un dios que, a su vez, era representado por un determinado metal. Quien manipulase ritualmente determinado objeto metálico o piedra semipreciosa o un color determinado estaba bajo la protección de un dios.
The world, then, revealed itself to be structured and governed by laws. If the signs were deciphered, the future could be known; in other worlds, time was "mastered", for events that were to occur onlly after a certain interval of time were foreseen.
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